A pesar del corralito bancario, a pesar de las amenazas, a pesar de la campaña por el sí de los principales líderes europeos, algo más del 60% de los griegos que acudieron a las urnas el domingo dijeron NO A LA TROIKA, no a más recortes y no al callejón sin salida en el que llevan atrapados desde hace ya años.
Algunos en Bruselas pensaban que era una oportunidad de oro para derribar al Gobierno de Tsipras, el único que les ha plantado algo de cara en Europa (pese a todas sus cesiones) y colocar en su lugar al dócil Samaras, un primer ministro que les dijera «sí» a todo. Pero no contaron con cómo de desesperado tiene que estar un pueblo para respaldar de forma tan clara y contundente a su Gobierno cuando solo pueden sacar 60 euros diarios del cajero. La derrota en el referéndum de la Troika, así como de sus corifeos y palmeros de la mayoría de medios de comunicación oficialistas, quienes pusieron toda la carne en el asador durante esta semana, ha sido tan rotunda que incluso han perdido al propio Samarás, destinado a encabezar el eventual gobierno tecnócrata al servicio de la Troika, que sustituiría al del hundido Tsipras tras una supuesta victoria del sí. Al final, Samarás tuvo que dimitir empujado por las juventudes de su partido, Nueva Democracia.
La Troika esperaba que su extorsión chulesca y su estrategia del miedo llevase a los griegos a convertir el referéndum en la muerte política de Alexis Tsipras. Para desgracia de Angela Merkel y Christine Lagarde, la directora del FMI, no ha sido así. «OXI», el «NO», ganó la consulta con mucho más margen del esperado y el Gobierno de Syriza tiene hoy toda la legitimidad democrática y una posición mucho mejor para aguantar el pulso frente a la Troika. Eso sí, hay que insistir en lo de AGUANTAR. Aún no han ganado, porque lo que Merkel, la más nefasta dirigente de la historia alemana después de Hitler, no quiere ni ver en pintura no es que se apruebe una quita o una reestructuración de la deuda griega, que todos dan por inevitable (EEUU está de acuerdo y hasta el FMI la reconoce como necesaria). Lo que a la Merkel le aterra es que quien lo consiga sea Syriza. Y que el ejemplo se extienda por contagio por todo el sur de Europa.
Como no tengo, de momento, mucho más que añadir sobre Grecia, os dejo con unos enlaces de otros blogs que se han ido publicando durante estos días, puesto que es importante buscar toda la información alternativa que sea posible, ante el confusionismo que se ha estado intentando crear al difundir la idea simplona y falaz de que el impago de Grecia es una «afrenta» de los griegos al resto de los ciudadanos europeos. Es la típica estrategia que se emplea cuando lo que se busca es que los ciudadanos se agarren a chovinismos nacionales y terminen, sin saberlo, defendiendo los intereses particulares de las oligarquías de sus respectivos países, que cuentan como fieles escuderos con los Rajoy, los De Guindos, las Merkel o los Juncker de turno. Siguiendo esta lógica absurda, el español de a pie tendría más en común con toda esta élite que con un griego que está en el mismo barco que él.
La realidad es que fueron los bancos privados los que prestaron masivamente ese dinero a los corruptos y populistas gobiernos anteriores de Grecia (los que la Troika y sus palmeros desean que vuelvan), apoyados en la política de tipos de interés bajos del BCE que tanto beneficiaba entonces a Alemania mientras cebaba la burbuja en el sur de Europa. Fue después la Troika la que, en el primer rescate, trasladó ese riesgo que había asumido el sector financiero privado a las espaldas de los contribuyentes europeos. Ya se sabe que privatizar beneficios y convertir en públicas las pérdidas es uno de los deportes preferidos de estos sacamantecas.
– Griegos: Decid NO. Liberalismo Democrático
– GANA LA DEMOCRACIA EN GRECIA: NO NO NO A LA TROIKA
– Grecia y la manipulación de los medios. La República Heterodoxa
También traigo otras de la bitácora «Reflexiones Iracundas»:
– La guerra europea contra Grecia
– Alemania nunca paga sus deudas, Grecia ya veremos
Y otra más:
Liberalismo implacable 
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