Esperaría, desearía y me habría gustado que nos hubiésemos equivocado

Ya lo dije, y no solo yo, en algo que pareció casi una conexión obrada por el Espíritu Santo, allá por marzo: ojo con esto de Libia. Tenía toda la pinta de ser un conflicto tribal entre distintas facciones del país magrebí y nos estábamos metiendo en un cenagal en el que nadie nos había llamado.

No es que haya que defender a Moro-ammar al Gadafi, claro que no. Pero cualquiera sabe lo que nos pueden deparar y las sorpresas que podemos llevarnos en el futuro con los románticamente calificados como «los rebeldes» (como si fueran el bando de «los buenos» en algunas de esas series de ficción que pasaban por televisión en mi infancia), esos «pobrecillos» civiles que estaban siendo «masacrados» por las tropas gadafistas. Cada vez parece más claro que son islamistas, cuyo fin es implantar una malvada tiranía islámica en Libia regida por la «sharia» (con estos habrá que lidiar en el futuro). Porque «Moro» Gadafi está claro que era un sátrapa y un terrorista asesino, no vamos a negar eso (aunque hace seis meses eso no parecía tan claro), pero a la vez un sinvergüenza que mientras invocaba los preceptos más ortodoxos del Corán, gustaba rodearse de sus «ángeles sexys» (una cohorte de «vírgenes guerreras») y de coleccionar obsesivamente fotografías de la ex secretaria de Estado de EEUU Condoleeza Rice, a la que ha confesado su amor varias veces desde la cadena «Al Jazeera», mucho menos asilvestrado que décadas atrás, después recibir dos avisos serios, uno en 1986, con los ataques aéreos ordenados por Reagan, y otro en 2003, con el derrocamiento de Saddam Hussein. La realidad es que la guerra que había estallado entre gadafistas y rebeldes era un asunto interno de Libia

Algunas organizaciones «humanista-humanitarias» (habría que confirmarlo, pero no sería de extrañar que fuera verdad en este caso) han denunciado persecuciones hacia africanos subsaharianos en Trípoli (parece que el motivo de la acusación y única condición para hacerse sospechoso es solamente el color de su piel): los rebeldes los acusan de ser mercenarios de Gadafi y están llevando a cabo arrestos masivos. Al parecer, el «Moro» Gadafi habría contratado a mercenarios para reprimir y atacar a la población civil al principio de las revueltas. Esto es un poco una especulación, pero no es de extrañar que, si Gadafi les dio algún dinero por sus servicios, algunos que irían hasta si les hubieran ofrecido un bocadillo de pimientos o un plato de lentejas, hubiesen venido del África subsahariana. Pero cuando las protestas iniciales se convirtieron en una guerra, ya con los rebeldes organizados, la mayor parte de los soldados que lucharon en el bando de Gadafi eran libios, aunque muchos de ellos de piel oscura, renegridos, sí, pero libios de nacionalidad, procedentes del desierto en el sur del país donde el coronel tenía y mantiene fuertes lealtades.

El 1 de septiembre, saltó una noticia que parece confirmar algo que era cada vez un secreto más a voces. En cierto modo, Francia habría estado intentando llevar a su corral el conflicto desde el principio. Con la caída de Gadafi cada vez más cerca, el diario franchute «Liberation» desvelaba cuál ha sido el objetivo de Francia desde el principio de esta guerra: el petróleo. El Consejo Nacional de Transición («los rebeldes», para entendernos) habría prometido a Francia que le entregará el 35% de los nuevos contratos petroleros que se firmen tras la caída de Gadafi. El diario ha tenido acceso a una misiva del ministro de asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, que confirma esta información. La misiva data del 3 de abril de este mismo año, sólo 17 días después de la resolución de la ONU sobre la ayuda a los rebeldes libios. Disculpen la expresión si hay señoritas o menores de edad que leen esto, pero otra forma de decirlo es que EL ENANO SARKOZY NOS LA HA METIDO DOBLADA.

Hemos ido a una guerra en el norte de África a defender intereses de Francia. No podemos ser más imbéciles. ¡Ole por Sarkozy, por cómo ha defendido los intereses de su país, no obstante! Los SOBERANOS GILIPOLLAS, nosotros, el resto de miembros de la OTAN. ¿Dónde están ahora los ZPs, los Rajaos, los Obamas y los Camerons de este mundo?

¡Ah! ¿Y ahora no hay «sangre por petróleo», como con Bush e Irak?

¡EEEEH! ¡OIGAN! ¿DÓNDE ESTÁ LA PROGRESÍA? ¿DÓNDE ESTÁN LOS DEL «NO A LA GUERRA» Y «NO MÁS SANGRE POR PETRÓLEO»?

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OFF TOPIC:

Un poco en relación con lo anterior, miren este video de la coronación como emperador del tirano centroafricano Jean-Bédel-Bokassa. Desde 1966 era el dictador militar de la República Centroafricana y en 1976 se hizo coronar emperador, fundando el Imperio Centroafricano

El sátrapa centroafricano promulgó una constitución imperial, se convirtió al catolicismo y se coronó a sí mismo como Emperador Bokassa I en una fastuosa ceremonia. Fue necesario invertir más de 20 millones de dólares en la fantochesca coronación imperial del soberano, que se celebró en un estadio deportivo, que disfrazaron como si fuera un Palacio del siglo XVIII, y en la que estuvo presente un representante especial de la Santa Sede (cómo no), aunque no hubo presencia de las casas reinantes extranjeras en el evento. Aparte de un asesino, se cree que Bokassa también era un aficionado al canibalismo, aficionado a comerse cocinados a sus rivales políticos así como a disidentes de su régimen.

A pesar de la dictadura, Francia apoyó incondicionalmente a Bokassa. El presidente Valéry Giscard d´Estaing era un amigo y fiel defensor del emperador, del cual recibía diamantes como regalo, y suministró al régimen importante ayuda económica y militar. En respuesta, Bokassa llevaba frecuentemente a d’Estaing a excursiones de caza en África y proveía a Francia de uranio, mineral vital para el programa de armas nucleares francés. Al final del video, el tirano asesino dice estar particularmente complacido con Francia («la Fruaaaaaaaaaaáns»), con el Presidente de la República y buenoooo… con el Primer Ministro… ¡JACQUES CHIRAC! El bellaco de Chirac, amigote de Saddam, uno más para su colección. ¿Dónde andan los afrancesados que luego acusan continuamente a EEUU de ser «amigos de dictadores»?

Francia ha apoyado de siempre a lo peor dentro de la peor calaña de tiranos asesinos, grasientos, repugnantes y marrones que han pisado la faz de la tierra. Cada vez detesto más, NO AL PUEBLO FRANCÉS, QUEDE CLARO, sino a lo que Francia representa moral, ideológica e intelectualmente.

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