Posteado por: Javier | julio 14, 2012

La España que viene (II)

Ayer comenté de pasada las medidas anunciadas el miércoles por el gobierno delegado de Bruselas y Berlín que tenemos instalado en la que hasta no hace mucho era la capital del Reino de España. Ni las desgrané ni me metí en ellas para analizarlas pues todos las conocen de sobra a través de la prensa, pero, en el mismo día, la segunda en la frente y, encima, utilizando como parapeto al Rey. 

Para empezar, el IVA no solo va a subir del 18 al 21% en el tipo general y del 8 al 10% al tipo reducido, sino que átense los machos a partir de septiembre puesto que a partir del día 1 de ese mes van a ser un poco más pobres, dado que toda una gama de productos y servicios van a pegar un subidón de golpe del 8 al 21%. ¿Servicios y productos de lujo? En absoluto: la mayoría se trata de suministros agrícolas y sanitarios, bienes y servicios relacionados con la salud y el arrendamiento de viviendas. También va a subir el Impuesto de Sociedades, las cotizaciones sociales y algunos indirectos… el del tabaco, por supuesto (DEJEN DE FUMAR, cualquier entrada de dinero a estos mamarrachos que se pueda cortar legítimamente, buena es). Y la guinda ha sido subir del 15 al 21% la retención a los profesionales y autónomos, a partir del 1 de agosto. Después de subir el IRPF a los asalariados, ahora también esto. Pero es que al gobierno de Rajao solo interesa cumplir como sea los dictados de fuera sin que ello afecte a su casta. Si no, no se explica de otra forma esta esquilma de trabajadores y empresas, sin que se plantee hacer nada con todo el faraónico derroche autonómico del que son responsables en buena medida sus propias CCAA, aunque el PP no sea único en esto. 

¿Se pueden subir algunos tipos impositivos en ciertos impuestos? Sí, indudablemente puede ser parte de una estrategia económica. Yo he defendido en alguna ocasión que se puede subir el IVA, pero, claro, bajando otros impuestos y como parte de una política monetarista seria, para gravar más el consumo que el ahorro, pero no como parte de este bodrio impuesto desde la UE. No es una cuestión de IVA sí o IVA no. La cuestión real es que se hace de forma totalmente descontrolada, mediante ocurrencias, ante las amenazas de quienes realmente nos gobiernan, y con la vaga esperanza de que se va a conseguir de esa forma enjugar 65.000 millones de euros de todo el abrumador déficit que sufrimos.

Y, sobre todo, después de que personajes como la presidenta madrileña Aguirre, pretendiendo hacer en España un ensayo de algo similar al «Tea Party» useño (aquí sería «Tintorro con Casera Party» o «Carajillo Party»), llamasen poco menos que a la insumisión fiscal hace dos años ante la subida zapaterina del IVA, algo en lo que el propio Rajao estaba totalmente de acuerdo, como lo vemos en esta foto, firmando un manifiesto:

Dice Aguirre ahora, y se queda tan fresca, que Rajoy «no tiene más remedio» que subir el IVA. ¿Y el Zapatero sí lo tenía?

Estos embusteros profesionales pontificaron sobre la curva de Laffer durante buena parte de la pasada legislatura, dando un viraje de 180º nada más llegar al poder, con la excusa de que «la situación con el déficit estaba peor de lo que creían». Claro, «peor de lo que creían» y no se dieron cuenta hasta noviembre del año pasado, cuando la mayor parte del déficit es autonómico y ese ámbito casi lo controlaba por completo el PP desde el mes de mayo. Curioso, puesto que, si se suponía que había que aplicar bajadas de impuestos en un momento de déficit, para aliviar al sector privado y dejar un poco más de dinero en sus manos para volver a mover un poco la economía… según ese razonamiento, con mayor razón aún habría que hacerlo con un déficit incluso superior al esperado.

Algo similar a lo que ocurre con la prensa derechista lacaya del Gobierno. Miren lo que decía «La Razón» (o «La Sinrazón», nuevo nick), hace dos años, de los recortes de ZP y lo que dice ahora de los de Marioneta Rajao:

Si es el Zapatero, es «el mayor recorte social de la historia»… pero, ojo, que, si es Rajoy, «hombreeeeeeee, es que hay que sacrificarse, macho, que has vivido por encima de tus posibilidades».

Poco a poco, vemos como el gobierno del PP empieza a reproducir casi simiescamente alguna de las peores pautas del anterior gobierno del PSOE: el «doblepensar», el retorcer el lenguaje usando todo tipo de eufemismos para intentar quitar hierro a las cosas y hasta un poder mediático casi absoluto. Cuando Zapatero ganó las elecciones en 2004, la mayoría de medios de comunicación eran claramente pro-PSOE, pero ahora las tornas se han invertido totalmente.

Al hilo de esto, de este poder mediático casi absoluto, se empiezan a producir otros dos fenómenos, paradójicamente, reproducción de otras de las fundamentales acusaciones que hacía el PP al gobierno sociata. Uno de ellos es el funcionamiento de estos canales, emisoras y diarios como medios de «idiotización masiva». El otro es la creación de una cada vez mayor fractura y conflicto social entre los españoles. Ello en base a una propaganda, según la cual, cualquiera que se oponga a estas medidas que está implementando el Gobierno es un «indeseable» y un «radical» (igual que, en tiempos de Zapatero, quien se opusiera a sus medidas era un «cavernícola» y un «fascista»). No me refiero a los violentos mineros huelguistas ni a perroflautas como los del 15-M, con unos y otros no simpatizo en absoluto (precisamente, éstos no son más que basura mental e ideológica y anarquismo populachero que hace el caldo gordo al Gobierno pepero, ayudando a fomentar la idea del «todo es igual»). Me refiero a cualquiera que denuncie esta estafa y estas mentiras. Tampoco simpatizo con los sindicatos subvencionados, ni con personajes como el Cándido Méndez y el tal Toxo, y, sin embargo, en estos últimos meses, nos encontramos no solo con duros ataques a esta gente, entre otras cosas porque no sean unos desarrapados que vivan entre cartones debajo de un puente y prácticamente en la indigencia (uno de los dardos que más gusta lanzar a los tertulianos de corte intereconómico), sino hasta con portadas como esta, para mear y no echar una gota, pintando el tomar una cerveza como si fuera un auténtico «lujazo», propio solamente de ricachones aficionados al lujo asiático: 

Son los mismos que echan la culpa del paro juvenil a que tengamos un sistema educativo en el que los niños no se aprendan de carrerilla, como ellos sí hacían, la lista de los reyes godos. Ellos, precisamente quienes añoran épocas en las que el analfabetismo era algo generalizado y en las que existía el trabajo infantil.

Eso me lleva a lo que nunca me cansaré de repetir: LOS DERECHISTAS CAPITALISTAS, CLÁSICOS Y CRISTIANOS NO TENEMOS NINGÚN TIPO DE REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA. La derecha oficial en España es casi una reprografía de la derecha típica más fascista, más católica, más negra, más cortijera y más caciquil de las épocas más oscuras de nuestra historia, en la que solo cambian los medios, pues no han tenido más remedio que actualizarse.

Esto no hay que perderlo de vista: la crisis y las amenazas de la UE les han venido, como se suele decir, «de cojón de mico» como excusa. La España que añora mucha de esta gente y a la que parece pudiéramos volver, con esta cada vez mayor depauperación que vamos a sufrir, es la “gloriosa España católica papista”, en la que los españoles eran una masa de analfabetos completos o funcionales, que en aquel país pobre, miserable, caciquil y atrasada se refugiaban bajo los faldones de los curas (recordar cómo ahora piden que se destinen más y más recursos a Cáritas, de modo que prácticamente media España coma de ésta y otras organizaciones) y acudían a siniestras procesiones y a torturar animales en sus sanguinarias celebraciones.  

La diferencia es que, por lo menos, hace décadas éramos un país soberano. Estos lo que están haciendo es ejercer como mandados de un poder extranjero de ocupación sobre nuestra Patria.


Respuestas

  1. Lo del IRPF es grotesco, y si se me permite la licencia teológica, SATÁNICO, Javier. No lo acepto ni lo acataré.

    Lo cierto es que tampoco entiendo por qué algunos aceptan que ciertos medios estén constantemente atacando a Toxo y Cándido. Ya sé que usted no es amigo de esos señores, y yo tampoco lo soy, pero ¿usted quiere vivir en un país en el cual sea normal tachar de criminales a gente que comete el «delito» de llevar asociaciones?

    Nunca le he visto tan cabreado, Javier, en una entrada. Veo que algo se está moviendo en este país. Ya son demasiados atropellos descarados contra lo que es realmente democrático.

    Estamos además en un entorno de fuertísima moderación (bajada) salarial.

    Vamos a ver más caídas en el empleo y eso hará que la recaudación por IRPF caiga (y la del IVA también).

    Eso por no hablar de los malísimos efectos que eso tendrá para la SS española.

    El cuadro es delirante se mire como se mire. Usted seguramente vio las imágenes el otro día de unos jóvenes enfadados protestando contra Cristina Cifuentes – eso representa posiblemente un preludio de la que se avecina a nivel de calle. Por cierto, como era de esperar, Cifuentes no dio la cara ni explicó nada y además dijo que los que la insultaron eran «violentos». ¿Es que alguien le pegó a Cifuentes? Salió ilesa (y eso que estaba rodeada). Mucho más violenta está siendo la Policía de Merkel, ordenada por Cifuentes para atropellar a los españoles que quieren protestar. NO, NO, NO.

    Yo no sé usted, Javier, pero yo ya me cansé – no voy a tolerar que una pandilla de malnacidos traidores me robe la libertad.

  2. Montoro no especificó en qué consistirán las nuevas medidas y eludió hablar de recortes o de nuevos tributos, tal y como ha hecho hasta ahora el Gobierno de Mariano Rajoy. Sí habló expresamente de reducir el déficit público, lo que solo es posible con disminución de gasto o aumento de los ingresos. Esas medidas, según fuentes del Gobierno, están siendo aún objeto de estudio. En la toma de posesión de altos cargos de su departamento, el responsable de Hacienda aseguró que demostrarán «a los socios europeos e internacionales» que en España hay un Gobierno «con iniciativa y capacidad de tomar decisiones».

  3. Sugel, eso ya lo sabemos por los periódicos sin necesidad de que lo diga aquí y, además, la noticia que ha copiado y pegado es del 2 de enero, o sea que más caducada no puede estar:

    http://politica.elpais.com/politica/2012/01/02/actualidad/1325536804_055323.html

  4. Alfredo:

    Sí, reconozco que ayer estaba especialmente cabreado y cañero, sobre todo por la desvergüenza y tantas mentiras. Lo de los impuestos es un crimen, puede parecer que solo son unos puntos, más pero a la larga es más dificultad para que a alguien le entren siquiera unas mínimas ganas de crear un negocio, para contratar, para que ese trabajador cotice, etc… No sé ya sobre qué van a cobrar impuestos ni a este paso quién va a mantener a los jubilados de dentro de varias décadas. Está claro que la SS y las pensiones como las hemos conocido hasta ahora van a desaparecer.

    Lo de la foto de la cerveza y la portada es de chiste. De acuerdo que hay mucho liberado y vividor en los sindicatos, pero es de muy mal gusto sacar a tres tipos concretos tomando una cerveza, como diciendo «estos aprovechan la manifestación como excusa para darse después a la cervecita». Además, mira quién habla, como si acaso en esos medios no hubiera liberados ni subvencionados. Sin ir más lejos, en «Intereconofascismo» participa gente del Juan de Mariana, un instituto extremista, anarquista y antidemocrático que recibe fondos y subvenciones públicas.

  5. Como estamos de acuerdo en lo general me querría concentrar esta vez en algún punto de discrepancia, que sería ese que dice usted de la política «monetarista» que le gustaría aplicar.

    Mire Javier tengo la sensación de que estamos militando muchas veces en doctrinas absolutas y simples. Se defiende subir impuestos=malo o lo contrario, o se defiende gravar más el consumo respecto al trabajo o lo contrario.
    Yo creo que debemos ser más flexibles en esto. Yo soy partidario de crear un tipo nuevo de IVA más alto para ciertos productos en base a que sabemos que hay una demanda de ciertas cosas que no baja y que no son de primera necesidad, en cambio soy absolutamente contrario a otras subidas del IVA (como lo de los productos de las ópticas al 21%, como si las gafas no fuesen de primera necesidad para quien no ve bien. Aberrante). En definitiva, no me gusta hacer planteamientos simples de entender el consumo y el trabajo como un todo.
    Con lo del ahorro me pasa lo mismo. Yo creo que ahora mismo es absolutamente fundamental reducir cargas fiscales al trabajo y a la generacíón de empleo y riqueza pero, sin embargo, debemos gravar el ahorro. Y debemos gravarlo porque nos encontramos en una deflación no reconocida pero real que está generando la «trampa del ahorro» que deprime nuestra economía. Y como no hay inflación (porque Alemania a través de su BCE no deja) debemos movilizar los capitales ociosos.
    Quizá a ustedes ideológicamente no les guste, pero creo que deberiamos pedir un poco de inflación y un poco de carga al ahorro para reactivar la economía.

    Saludos,

  6. Pedro:

    «Como estamos de acuerdo en lo general me querría concentrar esta vez en algún punto de discrepancia, que sería ese que dice usted de la política “monetarista” que le gustaría aplicar.

    Mire Javier tengo la sensación de que estamos militando muchas veces en doctrinas absolutas y simples. Se defiende subir impuestos=malo o lo contrario, o se defiende gravar más el consumo respecto al trabajo o lo contrario.»

    No exactamente, Pedro, el sentido del párrafo iba en la línea de como empecé la entrada anterior, que quienes defiendan estas políticas no deben engañarse pensando que la UE nos está llevando por «el buen camino de la austeridad» y la disciplina monetaria.

    Lo que he comentado con gravar el consumo a través del IVA es pensando en una situación digamos normal, en la que no estuviéramos intervenidos y en la que pudiéramos optar libremente por si nos interesa gravarlo o no.

    «Yo creo que debemos ser más flexibles en esto. Yo soy partidario de crear un tipo nuevo de IVA más alto para ciertos productos en base a que sabemos que hay una demanda de ciertas cosas que no baja y que no son de primera necesidad, en cambio soy absolutamente contrario a otras subidas del IVA (como lo de los productos de las ópticas al 21%, como si las gafas no fuesen de primera necesidad para quien no ve bien. Aberrante). En definitiva, no me gusta hacer planteamientos simples de entender el consumo y el trabajo como un todo».

    De acuerdo, de hecho, el IVA sube del 8 al 21% en productos y servicios que en absoluto son «de lujo» y algunos que no son del día a día pero que puede perfectamente darse la posibilidad de que cualquiera tenga que adquirirlos como los suministros médicos o productos ópticos.

    «Con lo del ahorro me pasa lo mismo. Yo creo que ahora mismo es absolutamente fundamental reducir cargas fiscales al trabajo y a la generacíón de empleo y riqueza»

    De acuerdo también, además, me parece que hablamos del tema allá por enero.

    «pero, sin embargo, debemos gravar el ahorro. Y debemos gravarlo porque nos encontramos en una deflación no reconocida pero real que está generando la “trampa del ahorro” que deprime nuestra economía. Y como no hay inflación (porque Alemania a través de su BCE no deja) debemos movilizar los capitales ociosos.

    Quizá a ustedes ideológicamente no les guste, pero creo que deberiamos pedir un poco de inflación y un poco de carga al ahorro para reactivar la economía.»

    En realidad tampoco creo que nuestra postura se pueda decir que sea «dogmática» (pienso que ni el mismo Friedman lo era del todo, puesto que reconocía que la inflación genera al principio un aumento del empleo y del consumo, donde veía el problema era en la tentación de los gobiernos de empezar a financiarse con inflación, pues es algo mucho menos impopular que subir un poco los impuestos), me refiero, defiendo el monetarismo, pero también me gusta ser pragmático. Yo pienso que a la larga la inflación, cuando se toma por norma de la política económica el ignorarla, tiene los efectos de un resacón, tras la euforia de la borrachera inicial (sobre todo, porque no se puede gastar más de lo que se tiene), pero eso no quiere decir que si el gobierno es responsable no sea estudiable que pueda jugar al principio con un nivel moderado para intentar reactivar la actividad económica. De hecho, observando un poco lo que está ocurriendo tampoco creo que sea buena una situación como ésta, en la que no hay dinero nuevo.

    Sí, la situación que tenemos es totalmente dislocada pues desde fuera nos están imponiendo que no podamos hacer ni una cosa ni otra, ni nos dejan ser monetaristas ni nos dejan ser «keynesianos», gracias en parte a que no tenemos control de nuestra moneda.

    Saludos.

  7. Dice usted:

    «Eso me lleva a lo que nunca me cansaré de repetir: LOS DERECHISTAS CAPITALISTAS, CLÁSICOS Y CRISTIANOS NO TENEMOS NINGÚN TIPO DE REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA. La derecha oficial en España es casi una reprografía de la derecha típica más fascista, más católica, más negra, más cortijera y más caciquil de las épocas más oscuras de nuestra historia, en la que solo cambian los medios, pues no han tenido más remedio que actualizarse.»

    En realidad, en España ninguna derecha está representada, pues el PP siempre ha querido ser el «centro», no la «derecha». Ya antes de morir Franco decía Fraga que en las sociedades actuales no tenían cabida ni políticas derechistas burguesas ni el viejo marxismo, sino que en una sociedad de clases medias se necesitaba un término medio, o sea, un «centro». Y con los años su discurso no cambió mucho:

    http://www.abc.es/hemeroteca/historico-19-01-2008/abc/Nacional/manuel-fraga-el-pp-esta-en-el-centro-reformista-pero-algunos-se-empe%C3%B1an-en-tirar-hacia-la-derecha_1641570706271.html

    Con Aznar el discurso tampoco varió:

    De hecho, políticas como eliminar el Servicio Militar Obligatorio las proponías Adolfo Suárez con el CDS, y quien las materializó fue el Partido Popular.

    Y cuando hoy Rajoy dice que es de centro (http://www.abc.es/20110729/espana/abcm-rajoy-aspiro-gobernar-desde-201107291309.html) hay quien lo achaca a complejos, pero yo viendo a sus dos antecesores creo que es sincero, que realmente es un centrista y actúa como tal.

    Creo que los conservadores españoles (y hablo en general, no de su caso en concreto) en lugar de votar a un partido que se autodenomina como «centro-reformista» y luego quejarse porque no aplica políticas conservadoras, cristianas o como le quiera usted poner, deberían dejar de pedirle peras al olmo y tratar de buscar un partido que realmente se adapte a sus demandas políticas. Ellos dicen abiertamente que son de centro, y quien avisa…

    Saludos.

  8. Hombre, un poco de derecha sí hay. No solo hablo de derecha tipo «facha», claro, también algo de derecha anárquica y libertariana (aunque en el mundo real no se les vea mucho, en el Internet son como hongos, surgen por todas partes) y de piji-progre-derecha, así como blandiblú, estilo la Cifuentes.

    Rajoy y el PP, más bien, creo que no son de derecha ni de centro, en realidad, no son nada, simplemente máquinas de intentar mantener el poder como sea, igual que el PSOE. Porque es un caso muy similar: el PSOE no sé quién puede decir que sea de izquierdas, teniendo en cuenta que el Zapatero hasta hizo más recortes que algunos derechistas, como Cameron, por ejemplo.

    Saludos.

  9. Si bueno, ambos son aparatos de poder, pero aún partiendo de ahí al PSOE se le ve una línea claramente socialdemócrata (aborto libre, matrimonio homosexual o la promesa de Rubalcaba de aprobar la ley de muerte digna si ganaba las pasadas elecciones) y como bien señala en su entrada sus recortes fueron tan impuestos como le son ahora a Rajoy, por lo que yo no los achacaría a su ideología. En cambio al PP no se les ven principios ni una línea clara. Por ejemplo, respecto al matrimonio gay unos dicen que respetarán la decisión del TC (no se mojan posicionándose); Cospedal recurre a la metafísica y dice que ella lo que defiende es «la libertad» (¿?); y la Delegada del Gobierno en Madrid lo apoya totalmente.

    Las propuestas de Cifuentes sobre eliminar las referencias al humanismo cristiano y defender el matrimonio homosexual yo las equipararía al viraje nacionalista de Nicolas Sarkozy en Francia. Ambos partidos son homólogos y los hechos han demostrado que ambos carecen de principios y van para donde sople el viento: en el caso galo se les van votos hacia el Frente Nacional y endurecen su discurso contra la inmigración; aquí se les van simpatizantes hacia UPyD (Sánchez Dragó, Vargas Llosa, Pedro Jota, etc) y surgen voces pidiendo un partido sin referencias al humanismo cristiano, siendo el laicismo uno de los pilares de la formación de Rosa Díez. No creo que sea casualidad; si mañana un partido verde se llevase a una parte sustancial de sus votantes -tanto de los gaullistas franceses como de los populares españoles-, se harían abanderados del ecologismo.

  10. En realidad, con los recortes del Zapa me refería a que en la PSOE tienen también una gran falta de principios, pues lo que hizo simplemente es obedecer lo que le mandaron. El PSOE es verdad que puede ser que esté un poco más definido ideológicamente y lo que sí es verdad es que siempre es quien avanza y le da impulso a estos temas (aborto, eutanasia, “matrimonio” gay, etc.) que luego el PP no tiene narices de derogar, con lo que al final la línea es la misma. De hecho, para la próxima legislatura que gobierne el PSOE, sea cuando sea, no descarto que se intente introducir el debate sobre la legalización de la pederastia, que el próximo objetivo sean los niños, pues en esto avanzan pasito a pasito, esperando que cada cosa se vaya consolidando como normal.

    Es interesante lo que comenta de UPyD, y nunca se me había ocurrido. Lo de este partido es propio de una dislocación total, pues siendo unos progres laicistas y pro-abortistas, sin embargo, gracias a su centralismo y nacionalismo españolista, la mayoría de su electorado está muy escorado a la derecha, o, diría incluso, que hasta un poco dentro de la ultra-derecha.

  11. Bueno es que eso que se llama «ultraderecha» es una mezcla de nacionalismo con medidas económicas intervencionistas/keynesianas, y Rosa Díez dice abiertamente que es socialdemócrata y patriota. No deja de ser una versión light y democrática de lo anterior, otra forma de sintetizar lo nacional y lo social en un proyecto político. Los fascismos nunca aceptaron la etiqueta de ultraderecha, sino que abanderaron el tercerposicionismo, y cuando hoy Díez repite incesantemente que su partido es transversal no deja de ser otra forma de buscar esa tercera posición al margen de la izquierda y la derecha.

    No sé si usted conoce al partido «Falange Auténtica», que son básicamente una reconversión del nacionalsindicalismo de José Antonio Primo de Rivera llevado al terreno de la democracia liberal y el parlamentarismo. Pues bien, este partido ofreció a Rosa Díez ir como independiente en sus listas cuando salió el PSOE y posteriormente «celebraron» su elección como diputada en 2008:

    http://www.falange-autentica.org/fr/categorias/en-clave-de-fa/1024-rosa-diez-y-el-falangismo-democratico

    Habrá a quien le choque que «la extrema derecha» tenga tanta afinidad a alguien de «izquierdas», pero si en vez de hablar de izquierdas y derechas se va más allá y se analizan las políticas concretas, no es tan raro.

    En cuanto al tema del PSOE y la pederastia, nunca lo había pensado, pero los progres siempre han apoyado todo lo que favorezca la destrucción de la sociedad así que nada me sorprendería. Sin embargo, de lo que estoy convencido es de que su próximo paso será la eutanasia. Lo que vendrá después, sólo Dios lo sabe…

    Y respecto a que el PP no se atreve a derogar lo que hace el PSOE, es por eso que digo que son un partido de centro. Lo dicen sus palabras, lo dicen sus estatutos, lo dicen sus hechos y lo dice que muchas de sus caras conocidas iniciaran su carrera política en la UCD (Zaplana, Acebes, Arenas, Mayor Oreja…). Si fueran conservadores/derechistas darían pasos en esa dirección como el PSOE los da en la suya, pero son centristas, y el centro a fin de cuentas no es una ideología (no hay una especie de «Mi lucha» o «Manifiesto Comunista» que indique cómo tiene que ser un partido de centro ni mucho menos), por lo que se limitan a gestionar bien (o mejor que los otros) la cosa pública y poco más.

    Saludos.


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