Posteado por: Javier | agosto 8, 2013

Gibraltar

Realmente curioso. Hace un par de semanas mencioné el tema de Gibraltar como parte o una muestra más de la inexistente política exterior española y ahora va el ministro Margalló y dice que se va a poner más o menos duro. No sé si será una forma de distraer la atención de otros problemas creando una especie de polémica veraniega (con este gobierno no sería raro) pero bienvenido sea si se hace al menos algo. El problema, como siempre, va a ser la debilidad extrema que actualmente aqueja a España, la cual deja poquísimo margen de maniobra. Si en tiempos de Aznar, con una relación privilegiada con el Reino Unido, aún así, no termino de llegarse a un acuerdo sobre la soberanía compartida, difícilmente va a lograrse algo ahora.

No es que me vaya a sumar al casposo “¡¡Gibraltar aspañó!!” (tampoco a estupideces como que las tímidas medidas que ponga en marcha Margalló son como la “Operación Félix” con la que soñó Franco), el Reino Unido es un aliado fundamental de la OTAN y yo me considero bastante anglófilo, pero ello no quita que me parezca una situación incómoda y fastidiosa eso de tener una colonia de otro país en nuestras narices. Estoy al 100% con lo que decía el gran estadista malagueño Cánovas del Castillo (precisamente, puede que el político más “anglófilo” que hemos tenido): «por muy estrecha que sea la alianza entre Gran Bretaña y España en las relaciones con el resto del mundo, son y seguirán siendo enemigos mortales, irreconciliables y lícitos mientras Inglaterra retenga Gibraltar». Gibraltar siempre va a suponer que la relación entre españoles e ingleses sea de amor-odio permanente.

No esto una cuestión de patrioterismo de opereta, pues actualmente el interés que tiene ese peñasco es prácticamente nulo, sino de no permitir los continuos incumplimientos por parte de las autoridades gibraltareñas, con el beneplácito de Londres, del Tratado de Utrecht, apropiándose ilegítimamente de aguas españolas (cuando el Tratado fija como aguas de Gibraltar solo las de su puerto), la chulería con los pesqueros españoles, lanzando al agua 70 bloques de hormigón en la zona donde faenan (causando, de paso, un grave daño ecológico en aguas españolas), la bravuconería antiespañola de sus dirigentes, cuando dependen de España para casi todo, el paraíso fiscal que han montado y el foco de blanqueo de dinero, contrabando y narcotráfico que consienten.

No es cuestión de mandar los tanques pero sí de no consentir estas cosas. Aquí hay que contar con que, para empezar, los “llanitos” no quieren ser españoles. Difícilmente se puede luchar contra eso, contra la voluntad de los que viven en el territorio en disputa, a los que no solo no molesta, sino que quieren seguir siendo colonia británica. Probablemente, si se fomentase la “colonización” española, algún día pasasen a ser mayoria y el territorio llegase a ser “de facto” español, lo que podría ser un paso previo a que lo fuera “de iure”, pero esto es un poco de “política ficción”. Aunque es casi seguro que Gibraltar no volverá a ser español, al menos, la cuestión sería proporcionarles algunas incomodidades y defender los intereses de España hasta donde sea posible.

He criticado muchas veces al Gobierno en los últimos meses pero, en principio, no me parecen mal las medidas de implantar los controles en la verja (algo que, dicho sea de paso, ya era hora, pues Gibraltar no pertenece al Espacio Schengen) e impedir la entrada de camiones con cemento y hormigón, así como la que se ha anunciado de inspeccionar fiscalmente a 7000 gibraltareños con propiedades en España, que tienen su residencia real aquí pero la fiscal en Gibraltar para eludir el pago de impuestos. Por supuesto, también empezar por volver a la situación anterior a la “Declaración de Córdoba” de 2006, cuando el inepto Moratinos reconoció a Gibraltar un estatus idéntico al de España y Reino Unido. ¿Qué más se podrá hacer? Habría que tener en cuenta que los “llanitos”, a diferencia de los “kelpers” de las islas Malvinas, más que considerarse británicos “de pura cepa” lo que parecen es estar es muy satisfechos con la situación fiscal que tienen, es una cuestión económica (con apenas 30.000 habitantes, hay registradas más de 80.000 empresas, y es un sitio totalmente bancarizado). Habría que intentar primero que la situación fiscal allí sea como la de España y para eso podría haber aliados en Europa a los que también perjudique la competencia desleal que en materia fiscal supone Gibraltar.

Cualquier cosa menos la payasada de Margalló del año pasado, dejando la imagen de España por los suelos, de utilizar a la Reina Sofía para pretender “fastidiar” la celebración del Jubileo de Isabel II en protesta por la visita del príncipe Eduardo a Gibraltar. Aparte de que después de que Moratinos hiciera una visita oficial a Gibraltar, reconociéndolo de esa forma como “territorio extranjero”, difícilmente te puedes quejar de que un miembro de la Familia Real de Gran Bretaña haga una visita allí, aquello fue una muestra de mala educación hacia una gran soberana como es la Reina Isabel II, de una monarquía tan mítica y respetada en todo el mundo como es la británica (y, aparte, hay que decir que Isabel II no solo es la Jefa de Estado del Reino Unido, sino también de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y demás miembros de la Commonwealth, con lo que lo de Margalló fue también un gesto de pésima educación hacia esos países). A mí, que tengo tanto aprecio tanto a la monarquía española como a la británica (independientemente de qué dinastía ocupe el trono, es a la institución a lo que aprecio) me resulta chocante al extremo.

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OFF TOPIC:

No tiene una relación muy directa con el tema, pero al escribir esta entrada sobre Gibraltar me ha venido a la mente esta canción sobre los tres irlandeses terroristas abatidos allí por efectivos del Ejército británico, en la Avenida de Winston Churchill, la carretera que une la verja con el territorio gibraltareño, el 6 de marzo de 1988. Las fuerzas especiales también desactivaron un coche bomba que habían preparado para cometer un atentado en un desfile militar. Margaret Thatcher no tuvo ningún problema en reconocer quién había organizado la operación para eliminar a los terroristas: “He disparado yo”.


Respuestas

  1. ¿ Quieren ustedes hacerse una idea de lo que en verdad era la Isla de la Tortuga, aquella de los piratas ?

    Visiten Gibraltar.

    Esa es la sensación que tengo siempre que lo visito.

    Todo parece provisional, como preparado para arrambrar con lo que se pueda y salir corriendo.

    ¿ Ecología ?

    ¿ Cuidado de la riqueza pesquera ?

    Allá no conocen dichos conceptos.

    Actúan igual que esos inquilinos que se llevan hasta las bombillas y los enchufes cuando deben desalojar el piso en el que han estado alquilados.

  2. Hola Javier,

    A ver, este tema de Gibraltar es un tema que me incomoda mucho porque mi postura no se parece en nada a las dos posturas mayoritarias que vienen definidas por la de los dos grandes partidos políticos. La del PP es una especie de «mano dura» simulada, un patrioterismo vacío de bandera y pandereta que monta conflictos con Gibraltar mara mantener entretenidas a las masas. La segunda postura, la del PSOE, es la del «talante», la de ser simpáticos y amables para no indisponernos con nuestros aliados ingleses. Ambas posturas me parecen absurdas.

    Para empezar, a mi me importa bastante poco que Gibraltar sea colonia británica, francesa o japonesa. La gente de Gibraltar quiere seguir siendo una colonia y eso no lo vamos a poder cambiar.
    Ahora, lo que no se puede consentir es que aquel territorio sea un paraíso fiscal que daña la economia española mediante multitud de sociedades que deberían tributar en España, mediante el tráfico ilegal de bienes, etc. Ese es el problema y no otro.
    Para que Gibraltar deje de ser un territorio offshore que hace daño a nuestra economía se puede tomar cualquier medida dentro de la legalidad internacional. Insisto si ese es el objetivo lo apoyaré casi todo. Dejémonos de «talantes», si hay que imponer controles, prohibir el comercio, limitar infraestructuras o lo que sea que se haga.

    Pero que no me venga el PP a contarme milongas ¿ahora se preocupan ustedes del problema fiscal con Gibraltar? Muy bien, pues comiencen a buscar maneras para limitar a prohibir las operaciones económicas con sociedades gibraltareñas ¿A qué eso no lo hacen? Eso no, no vayan a perjudicar a la cantidad de amigos y miembros del partido que directa o indirectamente se benefician de aquel paraíso fiscal.
    Dejar este tema de las sociedades como si nada y dedicarse a parar gente en la frontera demuestra que esto no es más que postureo para consumo de las masas.

    La política española debe cambiar radicalmente en este punto y que la prioridad sea que Gibraltar asuma un sistema fiscal comparable al del resto de Europa. Todo lo demás, incluso la soberanía, es secundario. El gobierno que entienda esto y actúe en consecuencia lo apoyaré.

    Saludos,

  3. Hola Pedro:

    A mí tampoco me ha gustado en general la política con Gibraltar y si España nunca ha tenido posibilidad de recuperar el peñón no solo es “culpa” de los británicos, sino también de los españoles, que nunca han sabido jugar sus cartas. Se ha pasado de los asedios en el siglo XVIII y cerrar la verja con Franco a intentar ganarse a los llanitos en los 80 abriéndola de nuevo y permitiendo que se monte allí un centro de negocios internacional, pero todo eso no ha servido para nada, ni siquiera cuando Aznar se llevaba bien con Blair, en lo que hay que habría que centrarse primero es en acabar con ese paraíso fiscal que tienen allí y que tanto nos perjudica. Para eso haría falta un Gobierno con la suficiente fuerza e interés como para aplicar las medidas que hubiera que aplicar y buscar apoyos en otros países de la UE y este no lo es, a pesar de que como digo no me parecen mal las medidas, aunque en el sentido de que ya era hora. De momento, me conformaría con que se cumpliera el Tratado de Utrecht, que Reino Unido ha venido vulnerando unilateralmente en todos estos siglos, y que no permitía la entrada de mercancías por tierra, solo por mar y para abastecer Gibraltar, no para revenderlas ni comerciar con ellas, y solo se podían introducir por tierra alimentos en caso de riesgo de hambruna de los gibraltareños, o sea que ni por asomo el Tratado preveía que se convirtiera en el centro de negocios actual.

    De todas formas, una vez hecho eso, tampoco renunciaría al tema de la soberanía, pues el caso es que también en eso se está incumpliendo el Tratado y eso hay que tenerlo en cuenta: Felipe V no cedió a Gran Bretaña “soberanía” alguna sobre Gibraltar, lo que cedió a la Corona Británica fue la propiedad de la ciudad, los castillos, el puerto y las defensas de Gibraltar, sin jurisdicción territorial y sin comunicación abierta con el territorio español. Sin embargo, el Reino Unido lo que ha hecho es no solo intentar ampliar ilegítimamente su propiedad a cada vez más extensión de las aguas que rodean Gibraltar, cuando en Utrecht SOLO SE LES CEDIÓ LAS AGUAS DEL PUERTO, sino que ha reconocido el derecho de autodeterminación que los llanitos se dieron a sí mismos en la Constitución de 1969, pero, claro, ¿qué “soberanía” tiene el Reino Unido sobre Gibraltar para transferírsela a los llanitos? Ninguna. Es más, lo que habría hecho es pretender cederles la propiedad de Gibraltar, que es lo que tienen los ingleses. Y, en ese caso, el Tratado de Utrecht dice que España tiene prioridad a la hora de dar por terminada la cesión si los británicos deciden dar, vender o enajenar la propiedad de Gibraltar… y el caso es que el Reino Unido habría decidido ya “enajenarlo” a los propios gibraltareños, al reconocerles el derecho de autodeterminación, con lo que la reversión a España sería perfectamente legítima, se pusieran como se pusieran los llanitos. Nada se dice en el Tratado de la población, solo del pedazo de tierra (aunque, siendo realistas, como he dicho en la entrada, la realidad es que no quieren formar parte de España, muy difícilmente se va a luchar contra eso y desde luego no es liberal ni democrático imponer a alguien una nacionalidad contra su voluntad).

    Pero hasta en esto han estado muy torpes todos los gobiernos, sobre todo cuando la ley internacional avalaba a España.

    Saludos.

  4. Ah, y para un tal “Néstor”, quien no me cabe casi la menor duda de que sigue leyéndome de “voyeur”, que decía algo de que yo “lamía el culo a los ingleses” o algo así por el estilo. Hala, pues aquí me tiene criticando duramente a los británicos en lo que haya que criticarles cuando lo que hacen perjudica a España, y eso que “lamo” el trasero a los ingleses (no recuerdo si eso era exactamente lo que decía, las mismas palabras, pero por ahí iban los tiros).

    TE LA TRAGAS DE NUEVO.

  5. […] Tema Gibraltar: Os remito a la opinión de don Javier al respecto. Lo cierto es que Gibraltar tiene demasiados privilegios fiscales que no se aplican al […]


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