Posteado por: Javier | diciembre 23, 2013

La Navidad: Paganismo en el Hogar

Llega de nuevo la conocida como “Nochebuena” y, como cada año, dado el sincretismo que existe en el mundo que nos rodea de festejos paganos y seculares mezclados con supuesto “cristianismo”, así como el desconocimiento general, hay que volver a aclarar algo: LA NAVIDAD NO ES UNA FIESTA CRISTIANA.

Que haya iglesias que la celebren, eso es otra historia, también hay otras iglesias que siguen y han seguido tradiciones y doctrinas de hombres, la cuestión es que no es un festejo aprobado por Dios.

A las iglesias modernas la Navidad da una oportunidad más de celebrar un festejo entretenido para el personal que beneficie al nefasto “marketing eclesiástico” actual, donde lo importante parece ser que es atraer cuanta más gente, mejor, sobre todo si son jóvenes; no el predicarles el Evangelio y salvar sus almas. Por eso, en lugar de confrontarlos con su pecado, lo que se hace es ofrecerles divertidos espectáculos de variedades musicales, teatrales y circenses. Nada de lo que extrañarse. En el siglo XIX, el gran Charles H. Spurgeon ya dijo que en las iglesias llegaría un día en que “en lugar de haber pastores alimentando a las ovejas, habrá payasos entreteniendo a las cabras”, así que todo se está cumpliendo.

Aunque el nacimiento de Cristo es un hecho fundamental, sin embargo, no hay mandato alguno en la Biblia de celebrarlo. No existe tal mandato de celebración de ese hecho, sino una declaración sobre el mismo:Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían” (Salmo 2:7-12). El nacimiento de Cristo es la declaración y el cumplimiento de la promesa de nuestra redención espiritual, para ser adoptados hijos de Dios, y de su reino universal y eterno sobre todas las naciones, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesús es Señor para la gloria de Dios Padre. No una invitación a poner arbolitos de Navidad, guirnaldas, belenes y sucedáneos en nuestras casas.

Evidentemente, aunque los cristianos reformados no celebramos la Navidad como “fiesta cristiana”, eso no quiere decir que, si hay familiares o amigos que nos invitan a comer con ellos, no vayamos. En primer lugar, porque disfrutar de ello es una bendición y, en segundo, porque no podemos poner barreras absurdas entre los incrédulos y nosotros, puesto que comer y beber algo o dejar de hacerlo no es la salvación, la salvación es SOLO CRISTO. En Colosenses 2:16 y 17, el apóstol Pablo dijo: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”. Eso es. Los apóstoles, cuando comían con gentiles, no permitían que los alimentos fuesen como una pared de separación con ellos. Pablo reprendió al propio Pedro, cara a cara, cuando éste se alejó de los gentiles, con quienes había estado comiendo, debido a que temió la crítica de parte de algunos “judaizantes” (Gálatas 2:9-15), quienes pretendían enseñar la ley del Antiguo Testamento como medio necesario para salvación. Ello también es aplicable si nos invitan, por ejemplo, a un bautizo, boda o entierro católico. En cualquier caso, sea con la Navidad o el festejo que sea al que nos inviten, lo que debemos hacer es, como dijo Pedro, dar razón de nuestra fe con mansedumbre y respeto y en buena conciencia”.

A propósito, sé que en España es algo muy chocante, pero tampoco celebramos los “Reyes Magos”. Es mentir a los niños (pecado) y, encima, mentirles haciéndoles creer que las cosas que tenemos y de las que disfrutamos viénen de parte de seres “mágicos”, “fabulosos” y ficticios, no que son una bendición de Dios.

Les voy a dejar con este magnífico artículo sobre los orígenes paganos (posteriormente “cristianizados”) de las fiestas navideñas:

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La Navidad: Paganismo en el Hogar

De nuevo nos ha llagado el revoltillo navideño. De nuevo es obligado hacer algunas consideraciones sobre la Navidad, consideraciones que están presididas por los siguientes postulados:

1) La Navidad es un sucedáneo de festividades paganas que no tiene crédito bíblico en absoluto

2) Dios jamás aprueba o bendice aquello que esta fuera de su Palabra.

Una mirada a la historia nos demuestra que el emerger de la Navidad y sus tradiciones anejas nada tiene que ver con la Escritura y si, por el contrario, con aquellos que han puesto su propia imaginación y fantasía por delante de la Palabra de Dios.

El 25 de diciembre como conmemoración del nacimiento de Jesús se celebró por primera vez en Roma. Un calendario para uso de los cristianos, del año 354, incluye una martirología en la cual el 25 de Diciembre aparece con esta reseña: »Cristo Jesús nació en Belén de Judá». En esta misma cronología puede apreciarse que la Navidad ya se celebra en Roma en el año 336.

En la parte oriental del Imperio se celebraba el día 6 de enero juntamente el nacimiento y el bautismo para significar la Epifanía (epiphaneia = manifestación) de Dios a los hombres. En Jerusalén, no obstante, solo se conmemoraba el nacimiento. Los herejes gnósticos de Egipto celebraban en el día 6 de enero (algunos decían que el 10) el bautismo del Señor, según nos dice Clemente de Alejandría (año 200) y no hay referencia hasta dos siglos más tarde de que los cristianos hicieran la misma celebración en contraposición a la secta gnóstica. Será en el transcurso del siglo IV cuando también en la Iglesia de Oriente el nacimiento de Cristo se celebre el 25 de Diciembre, mientas que el 5 de enero conservó su conexión con el bautismo. En Occidente la Epifanía (6 de enero) emparejó con la Navidad, celebrándose en esa fecha la visita de los Magos, con lo que el bautismo quedó prácticamente relegado.

Hasta aquí hemos visto sucintamente el nacimiento de la festividad que nos ocupa, pero lo realmente importante es comprobar que, tanto la Navidad como la Epifanía, son transformaciones de festividades paganas que se celebraban durante el solsticio de invierno en honor del sol y diversos dioses.

Quizás, la transformación más expresiva corresponda a la recepción de la fecha en que se celebraba la festividad del Sol Invencible (25 de Diciembre) para celebrar en ella el nacimiento de Cristo. El emperado Aurelio, en el año 274, eligió el 25 de Diciembre para conmemorar el nacimiento del sol invencible (natalis solis invicti), el cual en el solsticio de invierno por esa fecha comienza a presentar otra vez un incremento de luz. Posteriormente, sobre el año 336, la iglesia de Roma eligió esa fecha para conmemorar el nacimiento de Jesús.

No sólo la festividad en sí, también las tradicionales costumbres conectadas con la Navidad son reflejo de otras tantas costumbres paganas. Por ejemplo:

Del 17 al 24 de Diciembre el mundo romano celebraba su fiesta mayor: la »Saturnalia», en honor, como indica su nombre, de Saturno. Los negocios paraban, a los esclavos se les daba cierta libertad, las normas morales se relajaban extraordinariamente, había intercambio de regalos (especialmente velas de cera y muñecos de arcilla) y la felicitación propia de la festividad corría de boca en boca: ¡io saturnalia!.

Cuando las tribus teutónicas penetraron en la Galia, Bretaña y Centroeuropa, las costumbres germano-celtas vinieron a incrementar el ya saturado panorama. El acebo principalmente y otras plantas usadas con propósitos decorativos en la Navidad nos trasladan a la Saturnalia o a la costumbre teutónica de llenar el interior de las casas con hojas verdes durante el invierno para que en ellas encontraran refugio los dioses del campo y así librarse de las inclemencias del tiempo.

El famoso abeto lleno de luces, posiblemente se identificará con la Navidad por vez primera en el siglo VIII, cuando San Bonifacio completó la »cristificación» de Germania dedicando el abeto al Santo Niño para reemplazar así al roble sagrado de Odín.

Otro engendro conectado con la Navidad es San Nicolás (siglo IV ó V?), cuya existencia real no tiene apoyo histórico válido. Su festividad es el 6 de Diciembre. De él se cuentan infinidad de fábulas; desde librar de la prostitución a tres jóvenes, hasta devolver la vida a niños que previamente habían sido muertos y cortados a trozos y luego puesta su carne en un saladero por un carnicero. Los colonos holandeses en Nueva York reemplazaron a San Nicolás (Sinter Claes en holandés) por una especie de benébolo mago llamado Santa Claus. En Alemania también se transformó pasando a ser el ‘‘Padre Enero» y su festividad el 25 de Diciembre o el Año Nuevo. En Italia la contrapartida femenina de Santa Claus es ‘‘Befana». Cuenta la tradición que se encontraba muy ocupada para detenerse a ver pasar los Magos de Oriente cuando iban camino de Belén y pensó que ya los vería a su regreso, pero como lo hicieron por otro camino, no pudo verlos y quedó castigada a tener que buscarlos durante toda su vida. Su tradicional canto es la befanaza.

Con estas referencias es suficiente (los belenes de figuras, villancicos, etc. también tienen el mismo cariz) para comprobar que las conmemoraciones y festejos navideños son una fusión de supersticiones paganas.

En el siglo XVIII los Puritanos eliminaron estas aberraciones, tanto en Inglaterra como luego en Nueva Inglaterra, pero a partir de mediados del siglo XIX tuvieron un gran incremento comercializándose totalmente.

Las celebraciones de Navidad, Semana Santa, Día de la Madre, etc. a las que tanta importancia se les concede, tanto en la iglesia de Roma como Evangélica, no merecería ni un minuto de nuestro tiempo para esclarecerlas si no fuera porque son una de tantas demostraciones de la apostasía en que ha caído el cristianismo. Cuando no se aprecia la que Dios ha instituido se buscan mil sucedáneos para entretener a la parroquia. La Navidad, sin duda, es uno de los más idóneos. Las iglesias evangélicas se llenan de una actividad febril: hay que repasar obritas de teatro, hay que acondicionar el decorado; en fin, hay que prepararlo todo para la gran función donde se pueda alimentar una vanidad de grandes y pequeños (y el pastor puede tener un momento de respiro con los problemas internos, pues todos estarán pensando en otra cosa).- Hay quien transforma la casa del Señor en cueva de ladrones, hay quien la transforma en sinagoga de Satanás y hay quien la ha transformado en un teatro –

Agrava la situación la ignorancia que sobre estos temas existe entre los creyentes. Muchos, en este sentido, lo único que hacen es seguir la corriente de la sociedad; desconociendo, por ejemplo, que el adorno compuesto por velas, hojas verdes y bolitas de colores que ha introducido en su hogar o está impreso en su tarjeta de felicitación tiene una clara conexión pagana. Por lo que tenemos que referirnos, una vez más, a los dirigentes de las iglesias que son los primeros responsables de tal ignorancia.

Cristo no ha mandado celebrar ninguna fiesta excepto santificar su día santo. Cuando la Iglesia se reúne en asambleas para adorar a su Dios, en el culto se rememora todo el plan de salvación sin necesidad de emplear días especiales para celebrar ninguna faceta del mismo.

 …. envía tu luz y tu verdad, ellas me guiarán.

Emilio Monjo Bellido

 *** Para ampliar el tema en mp3:

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Respuestas

  1. Miuy buena reflexión hermano javier.

    Cuan complicado es los que tenemos hijos ver como llegan de la guardería conociendo perfectamente al señor gordo de la barba, y nombrándote a los 3 »reyes» magos….y ahora dile que la señorita le esta MINTIENDO.

    Pero para colmo, cantando villancicos con coreografía incluída.

    El paganismo nos rodea y se adentra en nuestros hogares.
    A mi siempre me viene a la mente el pueblo de Israel viviendo junto a pueblos cananeos, mezclándose con ellos y adorando sus ídolos.
    Lo leemos ne el AT y pensamos ‘bah, si yo hubiera vivido en esa época antes me arrancan los ojos que adorar un ídolo pagano’……y aquí estamos con multitud de iglesias pseudoprotestantes con su arbolito y su culto de navidad.

    Siempre insumisos a la autoridad papal, siempre; y él fué quien marcó la fecha.

  2. Estimado Juanra, la situación es calcada puesto que está en el corazón del ser humano, así ha sido y será a lo largo de toda la historia. Todas las culturas han tenido su dios mayor y luego otros dioses menores rodeando a este. Así ocurrió con Israel en Canaán, adoptaron el culto a los baales y Dios quedó relegado como un “Baal” más. El más poderoso, pero un “Baal” al fin y al cabo. En España es eso, la gente cree que ser cristiano es haber nacido en un país “cristiano” y serlo por tradición o por cumplir otros ritos, o simplemente creer mentalmente en la existencia de “Dios” (de lo que mentalmente se figuren que es “Dios”), pero la realidad es que toda esa gente lo que tiene es un montón de “dioses” en su vida al mismo nivel de importancia para ellos o incluso superior.

  3. soy pastor en calidad de «probando» de una iglesia evangelica pentecostal hace poco mas de un año a la fecha , y hace cerca del año 1983 empece a cuestinar sobre la celebracion de la navidad, preguntandole al Señor Jesús que quien estaba bien o mal al celebrar esta festividad, nosotros los cristianos debíamos celebrarla o la gente que tenia una inclinacion diferente a la cristiandad, y tremenda fue mi sorpresa cuando pasado un corto tiempo llego a mis manos literatura al respecto sobre esta cuestion.Yo pensaba que el mundo sin Dios se estaba involucrando en una fiesta que no les correspondia a éllos pero creo que el Señor Dios respondio a mis grandes dudas al respecto, pero hoy enfrento la disputa por tratar de hacer comprender a una grey que esta tan arraigada a costrumbres y tradiciones, incluso a mi familia que a mis tres hijos les señale el sentido de estas fiestas y su trasfondo, pero como esta tan sumida en nuestra cultura que hasta mi esposa he tenido ciertos prtoblemas al respecto ya que ella junto a sus padres que vienen de una religion politeista (catolica) pero hoy son pastores de iglesia evangelica, tienen una interpretacion diferente respecto a este tema.Trato de poder hacer prevalecer( aunque con muchos problemas) la enseñanza doctrinal basada en la autoridad de la Palabra de Dios pero es dificil por lo que implica este tema, rogando al Señor Jesús me ayude y a todos aquellos que tambien tienen este y otras mas dificultades por obedecer a las enseñanzas de la biblia, la palabra de Dios.

  4. […] lo esencial, que es un festejo de orígenes místico-paganos sin ninguna conexión con la Biblia, como expuse aquí. Tampoco voy a condenar a quienes decidan celebrarla, eso sí, pese a que leo y releo mi ejemplar […]


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